Los cuatro malditos del cine de terror
Carlos Meléndez, Marcos Muñoz Flores, Carlos Matienzo y Juan Medina, productores galardonados por llevar las leyendas de un país a la pantalla grande.
Por: Karla Salinas
La cosmogonía mexicana es un universo dominado por dioses y guerreros que dominaban el planeta, el clima, el todo, pero también debemos recordar que existían seres o bestias malignas.
Con esta idea nacen los llamados cuatro malditos, directores del cine de terror mexicano, cada uno con su ingenio crearon cortometrajes que erizan la piel y han puesto el nombre de México en alto.
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Carlos Matienzo, en su cortometraje Tekenchu cuenta la historia de un pueblo protegido por un nahual, un ser que tiene la capacidad de transformarse en animal, oriundo del estado de San Luis Potosí.
“Siempre tenemos las historias tan cerca, y nos cuesta salirnos de esos monstruos que ya conocemos, yo quería partir de un monstruo mexicano, quería darle luz a un monstruo que admiro, que aún en la actualidad se sigue apareciendo”, así lo explica Matienzo
La historia del Tío, un dios que cuida las minas pero ha cierta edad tendrás que realizar un ritual, pero tienes que hacerlos correctamente por que el Tío no perdona ni olvida, es así que Juan Medina trae una deidad boliviana con la animación de stop motion, con una fuerte reflexión sobre el trabajo infantil y las muertes dolosos en niños.
“Vivimos con la muerte día a día y con monstruos que tienen nombre y apellido que fastidian muchas familias, estos cortometrajes mexicanos reflejan la tradición de leyendas, por eso ha tenido una buena recepción en festivales”
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Una trama que por un pedo, podrías ser descubierto y atacado por un zombie, premisa que te eriza la piel y que sacará más de una risa, la historia de Salpicón llevada a cabo por Marcos Muñoz Flores que además de crear y producir la historia, fue el encargado de los efectos visuales del corto.
“Mi método siempre ha sido buscar el miedo, pero siempre me iba a lo general o ya conocido, y me fui con algo que me pasa a mi, me da miedo que me escuchen en el baño, es la vergüenza, una historia en la que pensé que pasaría si tu vida dependiera de un pedo.”
El último pero no menos importante, un pozo sin fondo que tiene que ser alimentado diario, que atormenta la mente de un niño, hasta que un día por falta de comida busca otras formas de alimentar al pozo, Hambre historia dirigida por Carlos Meléndez.
“Se inspiró en los cuentos de hadas, entonces pensé en un pozo sin fondo, convirtiéndose en una analogía de la saciedad en la que vivimos, del hambre y hambruna, entonces empezamos a buscar este relato y hacerlo completamente visual y retomar el fantástico mexicano, cómo fue Macario, convirtiéndose en inspiración para el corto.”
Historias que le han dado la vuelta al mundo atrayendo miradas internacionales, mostrando la riqueza cultural de un país, impulsando a crear personajes únicos con mensajes profundos y dejar atrás los relatos hollywoodenses.
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