Olga cabrera, una vida entre fogones y sabores
La chef mexicana, nos cuenta sobre el restaurante mixteco que resalta una cultura viva en los fogones y su experiencia dentro de cocina.
Por: Karla Salinas
Dentro de la vida de un amante de la cocina, se recuerdan aquellos primeros sabores que probamos en nuestra niñez o esas recetas familiares que se impregnan en la memoria y que no deben faltar en los recetarios.
Es así que conocimos a la chef Olga Cabrera del restaurante Tierra del Sol en las calles de Oaxaca, que nos cuenta como la cocina se ha convertido en parte fundamental de su vida.
El restaurante Tierra del Sol, es un espacio que representa la cultura culinaria de la cocina Mixteca, la chef Olga explica que al iniciar el proyecto tenía mucho entusiasmo de poder llevar sus raíces e historia a través de la comida.
“Llegar a esté espacio, fue caminando por el centro y ver cómo estaba el lugar que nos entusiasmó mucho el traer un pedacito de mi tierra, la gastronomía que es lo que nos llena, nos alimenta, vivimos por eso, pues bueno llevo 30 años trabajando en la cocina”.
También te puede interesar: Zesta Punta, mixología que evoluciona.
Cabrera explica que dentro del menú del restaurante, el atole se ha convertido en un elemento importante, ya que no solamente es una bebida también se considera como un alimento, buscando la forma de darle mayor protagonismo en la mesa.
“El atole es más que una bebida es un alimento, nos ha alimentado por generaciones. Traerlo a un lugar donde resaltamos está bebida era necesario, lo teníamos en el menú pero no era lo mismo porque le perdíamos el valor a está bebida, entonces no buscamos el rescate, porque es una cultura viva, solamente falta traerlo a la mesa, y era algo que tenía muchas ganas, y gracias a la pandemia surgió esté proyecto”.
Agregó que actualmente cuenta con 8 tipos de atole, que van cambiando según la temporalidad, al paso de los meses van integrando frutas, flores y cereales de otros lugares, manera en la que van ampliando sus propuestas de atole.
También te puede interesar: El poder del jazz con la cocina italiana.
“El atole de rosita, es de maíz colorado con rosita de cacao, tiene un sabor muy especial, es una sabor que han sido poco descubiertos, en la comunidad donde lo cosechan lo hacen, pero todos los demás no hemos tenido la oportunidad de probar esté tipo de sabores, la ocasión en la que lo hice se me salieron las lágrimas de la emoción, porque salieron sabores muy especiales que te hacen sentir más inspiración sobre lo que estás haciendo”.
Por último, resaltó la importancia de su familia en la cocina, resaltando a su abuela como su maestra en la cocina y la labor de sus parientes en el arte de la panadería, inspiraciones que la impulsaron a seguir el camino de la gastronomía.