Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles-Opinión
La diputada Frida Guillén hace un análisis sobre el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Mi voz en el Congreso/Frida Guillén
En esta ocasión quiero aprovechar este espacio para compartirles las impresiones que me dejó el recorrido que realice el pasado 23 de febrero en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en compañía de mis amigos de la Asociación de Turismo de Reuniones– ATR, a quienes por cierto, quiero agradecer la invitación y la consideración para conocer de primera mano los trabajos que se vienen realizando para la construcción de esta mega obra que constituye uno de los proyectos emblema del actual gobierno, y que sin duda, ha dividido las opiniones de los mexicanos respecto a la idoneidad de dicho proyecto y el impacto que tendrá para la actividad turística de la Ciudad de México.
En ese sentido, antes de continuar, quiero manifestar que la presente opinión se encuentra aislada de fobias y fanatismos políticos que pudieran desviar la atención del tema central de discusión, como muchas veces sucede en el Congreso de la Ciudad de México, donde por cuestiones ideológicas y de línea política no se entra al fondo de los temas; convirtiéndose en debates intrascendentes y superfluos, pero esa es otra historia…
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Volviendo al tema que nos ocupa, quiero destacar que el recorrido por el AIFA dejo más dudas que respuestas, pues si bien, es de reconocer el arduo trabajo que viene realizando el ejercito mexicano, bajo el mando del General Gustavo R. Vallejo, para levantar esta obra en tiempo record, he de decir que a pesar de no ser una terminal aérea que luzca como una “Bodega Aurrera” como se viralizó vía redes sociales, el entorno territorial y el diseño de las instalaciones es verdaderamente feo y esta lejos de ser el aeropuerto moderno y de talla mundial que enorgullezca a las y los mexicanos como lo prometió el presidente.
Lo anterior, cabe mencionar, no es un problema del ejercito, quienes han hecho meramente lo que el presidente les ha instruido al pie de la letra, es decir, ejecutar un aeropuerto austero, eficiente, funcional y vistoso, ¡pero vaya que es austero!, eficiente y funcional ya lo iremos viendo conforme avancen los trabajos del aeropuerto, que dicho sea de paso inicia sus operaciones el próximo 21 de marzo, y a pesar de que aun no cuenta con rutas claras de acceso terrestre, y es claro que la seguridad alrededor de la terminal tiene que mejorar rápidamente, el AIFA en términos operativos promete ser una proyecto escalable a 30 años cuando alcance su potencial pleno.
Por lo mientras, los usuarios nos tendremos que conformar con el adjetivo “prometedor”, esperando que baste para captar la confianza y la atención de los usuarios; la torre de control de más 80 metros de altura con tecnología de ultima generación, los puentes de acceso de pasajeros que permitirán cruzar sin necesidad de desprenderse del equipaje, los baños mexicanísimos que representan la identidad mexicana y el museo militar de aviación, así como el museo del mamut que se encuentran en el área militar pero abiertos al público, sin duda estos últimos dos son espacios muy atractivos para visitarlos en familia un fin de semana.
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Por su parte, las desventajas, como ya lo mencione, son la falta de accesos que sin duda afectará al turismo por los tiempos y los costos que implicarán para los pasajeros trasportarse desde Santa Lucia a la Ciudad de México, la inseguridad, que se suma como uno de los retos mas importantes considerando que la policía municipal y estatal del Estado de México no cuenta con la mejor reputación, así como el poco atractivo perse de la infraestructura aeroportuaria, que se queda en funcional y útil pero que no genera un experiencia digna de volver a repetir.
En fin, aunque no nos guste del todo, este es el futuro del trasporte aéreo en México.
Frida Jimena Guillén Ortiz, abogada egresada del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, cuenta con una amplia trayectoria en el sector privado; trabajó para una empresa enfocada en el monitoreo y análisis legislativo, alcanzando el cargo como Subdirectora de Autoridades Locales y Congresos Estatales.
Posteriormente, se incorporó al sector público donde fungió como asesora en la Alcaldía Cuauhtémoc, y hoy, tiene el honor de ser la diputada más joven de la II Legislatura del Congreso Local, en donde preside la Comisión de Turismo.
