Industria Turística

En el CNET, piden empresarios e iniciativa privada un cambio en la política turística

En el marco del 35 Congreso Nacional Empresarial Turístico CNET, conformado por empresarios, Cámaras y Asociaciones a nivel nacional, empresarios e iniciativa privada pidieron un cambio en la política turística,  a través del cumplimiento de 10 compromisos con el turismo, cuya actividad equivale al 9% del PIB turístico y que cada año atrae a unos 40 millones de viajeros internacionales y 200 nacionales. Durante el evento, Braulio Arsuaga, presidente de Grupo Presidente destacó que el decálogo será propuesto al Gobierno federal en los próximos días.

Señaló que se debe desmilitarizar la actividad turística en México y que “estos diez puntos deben sustentarse en tres condiciones: seguridad jurídica, seguridad económica y seguridad física para los turistas, trabajadores e integrantes de las comunidades receptoras”. Los diez puntos de la propuesta son:

  1. Restablecimiento del diálogo con el sector productivo para que gobierno e iniciativa privada colaboren juntos.
  2. Reactivación de la promoción turística del país.
  3. Programa de transformación digital del sector, abanderado por el Gobierno federal.
  4. Desmilitarización de la actividad turística
  5. Impulso a una estrategia nacional de sostenibilidad turística
  6. Revisión de la iniciativa en Zonas de Desarrollo Turístico Sustentable para un crecimiento ordenado.
  7. Redefinición del marco regulatorio para reducir los trámites para negocios turísticos.
  8. Fortalecimiento de conectividad e infraestructura mediante la redefinición de la política aérea.
  9. Desarrollo de un programa integral de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas turísticas.
  10. Replanteamiento del papel de las autoridades federales de cara al turismo.

Durante la realización de las diferentes ponencias, los actores del turismo coincidieron en la necesidad de llevar a cabo estas acciones básicas para el impulso del turismo en México así como mejorar la calidad de vida de las comunidades en las que se desarrolla el turismo y por ello se necesita trabajar de la mano del Gobierno. En la ponencia también se destacó la importancia de impulsar el turismo carretero, aunque para ello es necesario atender el tema de la inseguridad. 

“México requiere de promoción turística y una planeación de desarrollo a largo plazo con las mejores prácticas, con ayuda de expertos internacionales con el fin de evitar la masificación como le ocurrió a Acapulco, un destino que en los años 70 recibía un millón y medio de turistas extranjeros y con el tiempo la cifra disminuyó drásticamente, ya que antes del huracán Otis, la cifra era de 120 mil turistas extranjeros”.

Braulio Asuaga destacó que el camino que deben seguir tanto el sector privado como los gobiernos locales, estatales y federales para evitar que otros huracanes y sucesos violentos afecten a los principales destinos del país es el cumplimiento del decálogo que plantean. Por ejemplo, en Acapulco existían 19 mil 500 habitaciones y muchas de ellas no volverán a abrir y el destino tardará mucho tiempo en recuperarse.

“Hay que destacar que en Acapulco, la Industria de Reuniones representa el 3.4 % del IVA estatal, 5 300 millones. Y estos eventos no estarán. Las dos marinas están destrozadas lo que equivale a unos 500 millones de dólares que se  dejarán de percibir por un tiempo; 7 campos de golf destruidos lo que representa 7 mil millones; el tema del transporte terrestre está perdiendo 4.5 millones de pesos diarios de las corridas que se están dejando de hacer”.

“En el tema del decálogo lo primero que estamos pidiendo es que el turismo tenga una interlocución con la iniciativa privada y el gobierno, que exista la desmilitarización del turismo a través del majeo de la infraestructura turística que hoy hay. También estamos pidiendo que se voltee a ver a las PIMES y que se les haga más simplificada la forma de hacer negocio, también que exista una promoción, no solo a través del fortalecimiento de la marca México sino la promoción a nivel internacional y fortalecimiento de las relaciones públicas para atraer gente que escribiera lo positivo de México. Si no seguimos este decálogo y llevamos a cabo otras acciones, la realidad es que tendremos muchos ‘Acapulcos”, enfatizó Arsuaga.