¡Yucatán en boca de todos!
Una campaña que enaltece la gastronomía del estado, fomentando lugares y sus platillos más representativos.
Por: Karla Salinas Valadez
Yucatán fue una tierra que durante años fue dominada por la cultura maya, posteriormente sería ocupada por españoles, fusión de civilizaciones que modificaría la forma de comer, mezclando el sazón del viejo y del nuevo mundo, que hoy en día la hace merecedora de distintivos a nivel mundial.
Es así que después del gran éxito de la campaña de 365 días en Yucatán, donde resaltaron las atracciones turísticas del estado, ahora nos traen los 365 sabores de Yucatán, destacando la rica cultura culinaria de la zona.
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Comentarios de los expertos
El gobernador Vila Dosal, explico la recuperación turística del estado, resaltando que durante los primeros meses del 2022 han recibido más turistas que en el 2019, alcanzando cifras históricas. Asegurando que ha sido el resultado de las campañas que han atraído la vista de los turistas nacionales e internacionales.
“La edición de 365 sabores de Yucatán, publicaremos cada día lugares o platillos para disfrutar en el año. Los platillos yucatecos están siendo premiados a nivel mundial, el Tastes Atlas Award del 2021 la cochinita pibil fue seleccionado como el mejor platillo del mundo y en 2019 fuimos declarados como ciudad creativa por la UNESCO”.
Por otro lado, la secretaria Fridman, afirmó que desde el inicio de la administración se habían planteado el realizar algo referente a la gastronomía, y se encuentran comprometidos con la recuperación económica para el presente año.
“Estamos convencidos de que el turismo gastronómico es de los segmentos más transversales, generando experiencias auténticas que permiten consumir su gastronomía y a la vez conocer las calles del estado”.
Sabores originarios en el menú
Un lanzamiento que fue de la mano con un menú sin igual, que con los conocimientos de los chefs Luis Ronzón, Jorge Ildefonso, Josefina López y Rosalía Chay Chuc, llevaron su sabores al restaurante Chapulín del Hotel Presidente Intercontinental.
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Desayuno acompañado del pozol con coco, una bebida que nos hace reconocer la importancia del tan preciado el cacao, junto a un café con tortilla, su sabor me recordó a mi niñez, a aquellos momentos en los que mi madre me hacía un atole de masa cuando tenia malestares en el estómago, preparación que te regresaba a la vida.
Abrimos nuestro apetito con un plato de fruta de quinoa y leche de coco, un platillo salido del huerto para iniciar el día con esta propuesta ligera. Ya listos para continuar, recibimos un tamal colado con salsa de tomate rojo, platillo que con sus abundantes porciones cuenta con una historia milenaria.
Los platillos seguían desfilando, para presenciar los tan conocidos huevos motuleños, que sobre dos tortillas fritas, se encontraba un huevo estrellado, longaniza y chícharos, que contrastaba con los sabores dulces al plátano macho, un plato fuerte digno para iniciar la jornada.
Por si fuera poco, finalizamos el menú con un pan de Tizimín con miel de Dzidzilché, que con su corteza dura se suavizaba con la consistencia espesa de la miel dorada, junto a las rebanadas blanquecinas de la pitahaya, como siempre enalteciendo los ingredientes y la cocina de cada chef en cada receta.
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