Conquista española, es principio del capitalismo: Omar Nieto
El escritor relata bajo su nueva obra “El Juego Secreto de Moctezuma“, la posibilidad de ser siempre el pueblo vencedor.
Por Karenina Díaz Menchaca
El Juego Secreto de Moctezuma (ed. Harper Collins), la última novela de Omar Nieto nos hace fantasear con el pretérito pluscuamperfecto, esa posibilidad que todos como mexicanos nos hemos planteado alguna vez: “Y si hubiera pasado”.
El también ganador del Premio Nacional de Ensayo Literario Guillermo Rousset Banda en 2017, aseguró que la guerra contra los españoles sí se pudo haber ganado y es en estas letras en donde se da permiso de barajear con las posibilidades tomando en cuenta un hueco histórico.
“Nos han vendido La Conquista como una empresa espiritual para traernos la religión y eso es totalmente erróneo, porque el único que tenía esta idea mística del cristianismo era Cortés”, dijo Nieto en entrevista para The Travel Citizen.
Además resaltó que todos los demás capitanes como Pedro de Alvarado eran mercenarios, sanguinarios, venían por títulos, mujeres; en realidad, la Conquista se financió para obtener más tierras, no sólo por la Corona, sino por los mismos mercenarios. Es el principio de la empresa capitalista.
Con un tono de epopeya lírica, Omar buscó dejar evidencia de las batallas imaginadas, incluso, de las que no, entre pueblos mexicas, tlaxcaltecas y demás etnias involucradas con españoles y entre ellos mismos, dejando leer nuevamente la historia del “México Prehispánico” con un efecto mariposa.
También te puede interesar: Literatura que sana y empodera.
“La idea era imaginar un mundo alternativo en donde parto de que lo fantástico en el siglo XXI ya no pueden ser elfos, brujas ni hombres lobo, sino una reconstrucción de lo real”, resaltó el escritor sobre el significado de lo que llama Ucronía o reconstrucción histórica ficcionada y exalta en el libro.
Nieto describió que “El Juego Secreto de Moctezuma” fue un trabajo arduo que le llevó dos años de investigación exhaustiva entre códices, vestigios y libros de los pocos que se han escrito sobre la Conquista, sobre todo de fuentes indígenas.
Para el autor somos sobrevivientes de un holocausto ya que aseguró que “si comprendiéramos mejor eso, nos podríamos plantear hacia el futuro como una nación distinta, no como una nación víctima”.
Asimismo puntualizó que “tenemos sacralizados todos nuestros mitos, no podemos tocar nada, desde el presidente, desde el Ejército, desde la virgen de Guadalupe y desde nuestra historia”.
Desde el primer capítulo, Nieto adelanta la batalla ganadora y el pasaje de cómo llegaría Cortés a su tierra natal, y el secreto es el que debemos descubrir a lo largo de las páginas:
Era el mismo oro el que cubría el cráneo de Cortés, arrojado ahora a las costas de la Bahía de Cádiz por el valiente Cuitláhuac, sobreviviente de la peste que mataría a miles de nahuas en los lagos calientes de Chalco, Texcoco-Acoluacan, México y Xochimilco, nahuas que desembarcaban junto a otros miles de mayas, cihuatlancas, purépechas, yaquis, mayos, sinaloas, yopes, tecos, tlahuicas, malinalcas, huastecos, mixtecas, zapotecas, otomíes, chichimecas y de otras naciones indígenas confederadas con los mexicas para derrotar a los invasores y arribar extasiados, francos, vengativos brutales, a las también doradas, tranquilas y sorprendidas arenas del puerto de santa María de la Vieja España.