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Cómo integrar nuestra cava

La sommelier nos habla sobre cómo hacer nuestra primera cava de vinos en casa.

Pasiones Mundanas/Pilar Meré

Iniciando el año tenemos que reponer los vinos que bebimos en las Fiestas Navideñas para seguir disfrutando, con moderación, de los grandes beneficios del vino a nivel de salud, pero sobre todo, gozando el placer de una copa de vino.

Para tener una cava en casa, aquí unos primeros consejos.

El lugar donde instalarás la cava, es necesariotener en cuenta que el vino debe conservarse en un sitio con la menor luz posible, ventilado y sin vibraciones que pueden alterarlo.

El vino debe estar en un lugar fresco y con una humedad entre el 60% y el 70%, para que evolucione correctamente.

La posición de la botella debe permitir el contacto constante del vino con el corcho, de modo que éste permanezca húmedo e impida la entrada de oxígeno, es decir, las botellas se colocarán en forma horizontal.

La temperatura ideal de la cava es de 12 a 14º C aproximadamente, nunca cerca de fuentes de calor.

Actualmente, hay muebles especialmente diseñados para guardar y conservar los vinos en condiciones óptimas, que pueden ubicarse en el comedor o cualquier otra parte de la casa.

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Una vez que tienes el lugar apto para guardar tus vinos, debes decidir qué vinos colocar, recordando que los vinos jóvenes no fueron diseñados para la guarda y se deben consumir entre el primero y el tercer año después de comprarlos.

Los vinos reserva o gran reserva, es decir,aquellos que han tenido paso o tiempo enmadera, sí evolucionan.

Para saber qué vinos tienes y el momento ideal de consumo de cada uno es indispensable que tengas un registro, de esta forma disfrutarás los vinos en el tiempo óptimo de madurez o evolución de cada uno según el tipo y crianza.

Un punto sustancial es tu hábito de consumo y gustos ya que de ellos depende el tamaño que tendrá tu cava. Respecto a los muebles creados para este fin, existen desde los más chicos que albergan unas 6, 10 ó 12 botellas hasta los que son realmente grandes que tienen una capacidad de más de 350 botellas.

Actualmente, la mayoría de las cavas se dividen por zonas de temperatura, conservando la temperatura idónea para blancos, tintos o rosados.

La colocación de la cava es importante, porque la elección define cuál debemos adquirir de acuerdo a las diferentes opciones: si pensamos apoyarla en el suelo, colocarla sobre otro mueble o si irá empotrada en una pared o estante ya diseñado y apto para soportar un peso suficiente.

Para poder armar esa primera cava personal hay que seguir algunas reglas: Todos comenzamos con una poca cantidad de botellas. Lo importante es conservarlas el tiempo justo y en el lugar adecuado para poder disfrutarlas en el momento de abrirlas.

La cava debe reflejar los gustos delpropietario. Pero también hay que tener en cuenta ocasiones imprevistas y situaciones especiales. Hay personas que, por ejemplo, no beben blancos o espumantes y quieren sólo tintos.

Pero una cava estándar debe ser variada. Lo ideal es tener vinos blancos, rosados, tintos, espumantes y vinos de postre.

En cuanto a la cantidad, se puede comenzar con una poca cantidad de ejemplares, pero una cava hogareña debería contar, como mínimo, con 15 ó 18 botellas para responder a cada ocasión. Si se puede, lo ideal para arrancar son 24 botellas.

El estilo de alimentación y la frecuencia de consumo de vino definirá el tipo de vino en cuanto a su costo y, sobre todo, a su color y enotecnia y porcentaje del mismo en la cava. Si la alimentación cotidiana es basada en carnes y el consumo de vino es frecuente, la existencia de vino tinto será la que prevalesca, tal vez en un 85%.

En zonas cálidas y gastronomía ligera o de mar, invariablemente se sugiere tener vinos blancos o rosados, frescos que, incluso, son una buena opción como aperitivos. Ni que decir de los espumosos.

La época del año también es un tema que debemos considerar. Un equilibrio conveniente que aconsejo es 60% tintos, 30% blancos y 10% de rosados.

Antes de comprar, hay que poner en práctica estos sencillos consejos. No recomiendo comprar botellas que no tienen un sentido para el propietario y que no acostumbra consumir.  El vino es un perecedero.

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Se pueden guardar todas las variedades que se prefiera, aunque hay algunas que resisten la guarda mejor que otras. Por ejemplo, los tintos resisten muy bien la guarda en variedades como el Cabernet Sauvignon, el Syrah, Carmenere y Malbec, especialmente los que tienen crianza en barrica.

Finalmente, recomiendo incluir champagne y espumosos, siempre serán una excelente opción, ya que además de ser vinos muy versátiles, evolucionan bien, y es una categoría que cada vez suma más fanáticos.

Pilar Meré es periodista, columnista y Sommelier, Dir. General de PM, Comunicación Integral Especializada, consultoría en Wine, Food & Lifestyle. Ha sido reconocida como una de los 25 líderes del vino en México. Juez nacional e internacional.