Viajar, es buscar encontrándote: Fernanda Tapia
La comunicadora destacó su lado viajero
Por: Héctor Meza
Desde los recuerdos de sus viajes visitando museos, construcciones o colecciones, es como la comunicadora Fernanda Tapia se define como una viajera cultural y de descanso, mismo que cada vez que hace una travesía la defina como buscar y encontrándose.
“Soy coleccionista de casa de muñecas y miniaturas en escala 1:12, esto me ha llevado a meterme en colecciones privadas de señoras que nos abren sus casas, me pueden ver durante una hora perdida buscando una casa pequeña de arcilla egipcia de más de 4 mil años de antigüedad en el Louvre”, dijo Tapia en entrevista.
La conductora es amante de destinos como Acapulco de donde es originaria, Oaxaca, Veracruz, la Huasteca y las playas de Quintana Roo y Mérida.
Una de las cosas que ha hecho a lo largo de sus travesías es pueblear desde varios días por la Huasteca a plena luz del día hasta soñar con hacerlo en las haciendas de Mérida.
Sin embargo, uno de los destinos donde más experiencias ha tenido es Oaxaca, ya que ahí ha tenido anécdotas con la gastronomía.
“En Oaxaca he comido como loca, una vez que fui, salimos noche de la capirucha iba manejando mi marido y nos tuvimos que parar a comer en un restaurante de la carretera, tragamos como locos; una hora después de que llegamos a la ciudad nos dijeron que si no nos íbamos a aventar el banquete de bodas, ya que nos habían guardado hasta el recalentado…pues a base de puro mezcal pudimos cumplir porque toda la comida es buena”, citó.
Asimismo, en ese mismo estado, es donde ella ha tenido que probar cosas que ella considera extremas.
“Yo soy prácticamente vegetariana y en Oaxaca me dieron estofado de res del itzmo, luego me enteré que lo hacen en la propia res destazada enterrada y yo ya me había comido como un kilo, es delicioso pero no, ya después no me pude quitar eso de la cabeza”, añadió.
Por otra parte, para ella su comida favorita son unas croquetas que hace su mamá, el mole, la garnacha y todo lo que sea maíz frito, hasta el tamal, mientras que en postres los chongos zamoranos y el flan de cajeta.
¿Qué es lo más extremo que has hecho como viajera?
-Me fui embarazada sin saberlo al Polo Sur a bucear, me habían hecho después un recorte de nenas y la liposucción y al siguiente día viaje a Alaska ¿por qué no?.
Por último, la comunicadora destacó que uno de las cosas que le gustaría hacer dentro de México es hacer el recorrido del tren Chepe y tirarse de la tirolesa más larga del mundo.
