Polo Monárrez, un mochilero sin fronteras
El actor destaca su experiencia de viaje donde resalta la libertad, el aprendizaje y el crecimiento que ha tenido.
Por: Lily Ponce
¡Agarra el tren y vámonos!, es quizá una frase que cimbra el alma de Polo Monárrez, quien a través de su pasión por el viaje rompe el estigma de que el dinero en gran cantidad es necesario para disfrutar; para él solo se necesita una mochila al hombro y dejarse sorprender.
“Cuando fui a Door County, en Wisconsin que es una colita que entra en el lago Michigan, donde hay muchos pueblitos americanos y comenzaba el invierno, el lago estaba congelado y uno puede pasar en moto en una especie de silueta en medio, admirar la naturaleza, me dejo una gran libertad mental y visual”, dijo Monárrez en entrevista recordando uno de los viajes de mochilazo.
Para él, hablar de aventuras es conocer lo gastronómico, histórico y cultural de cada estado o país al que visita, dejándole una huella para enamorarlo y tener más ganas de seguir recorriendo el mundo.
Sin embargo, el viajar dejando sorprenderse le ha dejado frases como “¡No tiene madre!” describiendo la belleza del Cañón del Sumidero en Chiapas o palabras como “impactantes”, refiriéndose al arte y estructura de los palacios de gobierno de cada estado.
Además de recordar lugares que le gustan como el Papalote Museo del Niño, la Sierra Gorda en Querétaro; o bien en Estados Unidos, el museo de Arte de Chicago; y en Miami, el museo de Ciencia.
No obstante, para él, su lugar de nacimiento tiene un lugar especial, pues Chihuahua lo sorprendió desde chico con lugares como la cascada de Cusárare, el valle de los Monjes, el parque extremo de las Barrancas del Cobre, donde está la tirolesa más grande del mundo y su favorito, la cascada de Baseaseachi.
Pero como para cualquier mochilero, la gastronomía es fundamental para complementar cualquier ruta, de ahí el actor recomienda el sabor de los tacos en cualquier lugar de su estado y de camino a Ciudad Juárez, Villa Ahumada, un lugar que ha su gusto tiene los mejores burritos del mundo.
“Lo más raro que ha comido fueron los gusanos de maguey, cucarachas que en sus propias palabras sabe a carne quemada, los chapulines con chilito y limón, los escamoles, las criadillas que son huevo de toro y alacrán vivo en Durango”, añadió como parte de sus experiencias culinarias.
Monárrez destacó que una etapa donde aprendió mucho del viaje, fue en el 2006 con su primer programa como conductor en “Del norte Pa’ arriba“, donde mostró lo más característico y aventurero de los lugares más importantes de cada estado.
Por último, el actor concluyó compartiendo su enseñanza de viaje, que es liberarse, aprender, viajar sin temor al presupuesto económico y lo más importante divertirse, vivir y conocer.