Opinión

Vinos naturales-En opinión de Laura Santander

El fabricar productos amigables con la naturaleza ha provocado que las ofertas del mercado se transformen drásticamente 

Caudalías /Laura Santander

La nueva (y ni tan nueva) tendencia de fabricar productos amigables con la naturaleza, saludables y orgánicos, ha provocado que las ofertas en el mercado se transformen drásticamente. He aquí la razón por la cual el vino no se podía quedar atrás.

El vino, en comparación con el vino natural, se ha sofisticado a tal grado que se llegó al punto de implicar procesos, que no son del todo naturales (ya sea desde el cultivo, la fermentación y el almacenaje) provocando así, daños a la salud y al medio ambiente.

Por otra parte, el vino producido naturalmente, ofrece dos tipos de fabricación. Estas dos vertientes, tienen en común: el compromiso con la naturaleza, la fabricación libre de químicos y pesticidas, uso de abonos naturales, el no ser manipulados tecnológicamente, y honestidad del proceso hacia el consumidor final.

Vino orgánico

Un vino orgánico, debe de ser un vino que pueda ser hecho en casa, algo así como tener el viñedo en el patio trasero y poder ofrecer este vino a las visitas en la comodidad del hogar. Esto implica, que desde la plantación se mantenga la uva libre de pesticidas o transformaciones genéticas.

El fabricante tiene que estar en contacto al 100% con todo el proceso que conlleva su vino, ya que el factor más importante es que el sepa, y pueda asegurar en su totalidad, que su vino fue cultivado, procesado y almacenado, tal y como lo rigen los estatutos para la producción de vino orgánico.

A estos vinos no se les añade o resta, nada en absoluto. Tales como: clarificantes, aromas, bacterias o mostos que puedan transformar su sabor y apariencia, el uso de tecnología (la cual por sí sola contamina al medio ambiente y al vino), así como la fermentación forzada. Se deja al vino evolucionar por sí solo, este debe reflejar en su totalidad a la uva, y las propiedades de la tierra en la que se cultivó.

En el vino orgánico, hay una limitación de uso de sulfato de azufre (SO2). Por el contrario del vino convencional ( 40-400 mg/Lt), el uso de so2 se debe minimizar en su totalidad ya que este, segun los productores de vino natural, es el que produce resacas, migrañas y demás tipo de malestares, independientemente la cantidad que se use.

La desventaja del uso mínimo o inexistente de este compuesto, y otros, es que toda la cosecha de un año, puede perderse en cuestión de días, dado que el vino orgánico queda expuesto a descomponerse ante un cambio de temperatura, luz u oxigenación.

Debemos reconocer que, a pesar del modo de producción de estos vinos naturales, habrá vinos buenos y vinos malos. Ya que se debe tener en cuenta que, no por el hecho de que la producción tuvo un estricto cuidado y control en su calidad, vuelve al vino natural mejor que el vino convencional. Sin embargo, esta regla aplica para todo el mundo de las bebidas.

 

Laura Santander es Sommelier certificada por el Court of Master Sommeliers, maestra tequilera con gran experiencia en la industria restaurantera y del vino, ha sido nombrada como la mejor Sommelier del Año 2019 y Award of Excellence Wine Spectator 2014, 2015, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2020. Además de ser creadora de las secciones de Vinos del Súper y Vinos a Domicilio.