Mil Máscaras recibe condecoración del gobierno japonés en la Arena México
Es la tercera ocasión que un mexicano recibe esta distinción, ya que anteriormente la obtuvieron el escritor y periodista Genaro Estrada y el abogado Aarón Sáenz.
Este viernes, el luchador mexicano Mil Máscaras fue condecorado en la Arena México con la Orden del Sol Naciente, Rayos Oro y Plata por parte del Gobierno de Japón. Dicho momento histórico tuvo la presencia del embajador en México Noriteru Fukushima y del Director General de PROMECOR, Salvador Lutteroth.
Esta distinción la otorga el gobierno japonés para la contribución a la promoción entre el país nipón y México, principalmente en cuestiones de carácter militar y civil. Cabe recordar que Mil Máscaras visitó Japón por primera vez en 1971 y se convirtió en un ídolo y representante de la lucha libre mexicana.
“Yo estuve luchando por tres años en todo México, pero llegó un momento en el que consideré que ya había aprendido lo suficiente aquí en esta escuela maravillosa (CMLL) y empecé a trabajar por Estados Unidos, ahí había reporteros japoneses tras de mí, por lo que decidí irme a Japón. Me recibieron de manera extraordinaria en el aeropuerto, casi 500 personas, entre ellas 300 niños que me miraban en televisión”, dijo Mr. Personalidad momentos antes de ser condecorado.
“Es una magia extraordinaria que un gobierno extranjero me den una condecoración, cuando acá en México no lo han hecho, me da risa, porque yo no la pido. Es una maravilla que cuando vayas a un país extranjero te reciban bien los reporteros y los aficionados”, continuó el enmascarado.
Debido a la pandemia, Mil Máscaras tuvo que suspender la filmación de una trilogía de películas en México, proyecto audiovisual con la intención de resaltar el pancracio mexicano y su personaje, el cual cuenta con más de 1200 máscaras registradas y a pesar de todo el éxito, no pierde la sencillez que lo caracteriza.
“Si tú logras el éxito, lo logras a través de pagar el precio, pero nunca esperes la gloria ni el aplauso, simplemente cumple con los deseos y logros que puedas tener y sé humilde, no te sientas que ya eres el rey del mundo. Sé humilde siempre.”
“Me dijo mi madre una vez que gané un trofeíto chiquito: ‘deja ese trofeo ahí en su escritorio. Mantenga los pies en el piso, no se eleve, usted no es santo, los santos se elevan y tienen una aureola aquí, usted no es santo. Entre más fama más humildad, entre más dinero más humildad, entre más poder más humildad, mantenga siempre los pies en el piso, no se eleve’”.
“Y sigo sin elevarme, tengo como mil y tantas portadas de revista, 180 de Estados Unidos y 500 Japonesas. Sigo con los pies en el piso, no me siento nada. El día que quiera elevarme, ¿para qué? Aquí estoy. La fama no sé qué sea”, concluyó Mil Máscaras.