Cubo de Rubik, un juguete didáctico cincuentenario
La Embajada de Hungría en México convocó a miles de fanáticos para celebrar los 50 años de este invento húngaro que ha traspasado fronteras
Por: Pamela Esquivel Ornelas
Intentar armar un cubo de Rubik no es tan complicado como parece.
Recientemente, más de mil fanáticos mexicanos y en México de este rompecabezas mecánico tridimensional acudieron al llamado de la Embajada de Hungría en México para celebrar en el Deportivo Los Galeana Popular de la Ciudad de México el cincuentenario de este invento creado en 1974 por el arquitecto húngaro Erno Rubik.
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“Una vez, en la primaria, una maestra me dejó sin recreo en la escuela y para no estarme aburriendo le pedí a otro profesor que me prestara su cubo que llevaba muchos meses tratando de armarlo, la verdad es que no sé cómo le hice, pero lo que este profe no había logrado resolver en meses yo lo resolví en 15 minutos”, compartió el joven Mario Herrera Murguía, quien en el evento armó un cubo de Rubik en diez minutos.
“Desde ese día me entró el gusto por armar cubos, a veces tardaba días, meses, en otras ocasiones horas, pero tuve que meterme a tutoriales en YouTube y desde entonces hago menos de 10 minutos en armar los cubos. Tengo más de mil cubos armados”, comentó Mario.
Pero los diez minutos de Mario, son bastantes a comparación de otros expertos que se llevan hasta 15 segundos en articular el rompecabezas.
“Por eso hoy solo vengo a ver, pues hay quien se tarda segundos y me ganan fácilmente. Una vez en Plaza Meave del Centro (Histórico de la CDMX) competí pensando en que iba a ganar, pero me di cuenta de que había muchos más que la había más rápido y mejor que yo, por eso ya no entro a estas competencias”, dice Mario entre risas.
Uno de ellos es Ernesto, de 17 años, quien en la competencia armó hasta dos cubos en menos de un minuto. “Todo inició porque desde niño me diagnosticaron hiperquinesia, no me podía estar quieto y una psicóloga le recomendó a mi mamá que para estarme quieto me comprara rompecabezas, legos y piezas para armar y uno de esos es el cubo de Rubik, y en la secundaria yo ya armaba cubos hasta en menos de un minuto”, comparte.
Eloise Góngora, de 70 años, dice que su amor por el montaje de cubos de Rubik vino de su luna de miel a Hungría en 1980, cuando le preguntó a un guía de turistas qué podía llevar de souvenir original que no hubiera en ningún otro lado del mundo para sus familiares y amigos, a lo que le respondió sobre ese artefacto que era todo un boom en el país europeo. “Creo que yo traje los primeros cubos a México porque nadie sabía de ellos. A mis hermanos (otras personas) se los quitaban y hasta se los robaban porque que era algo nuevo”, rememora.
Eloise asegura que, aunque le gusta pertrechar los cubos de Rubik no es experta ni participaría en competencias porque no tiene la habilidad, pero la razón por la que fue al evento no fue tanto por los cincuenta años del artefacto, sino por algo más especial.
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“Este año mi esposo y yo cumplimos 45 años de casados y queríamos ir a Hungría para recordar nuestra luna de miel, pero por varias operaciones de pulmón que le han hecho a mi esposo ya no nos es posible viajar en avión, por lo cual, cuando uno de mis nietos vio en internet el evento me dijo y por eso estamos aquí, porque queríamos festejar con algo que nos recordara a Hungría y ese primer viaje como esposos”, dijo.
La fiesta en México de los cincuenta años del cubo de Rubik tuvo competencias de distintas categorías, demostraciones de expertos y venta de cubos; así como la participación especial de Maté Olti, agregado comercial de la Embajada de Hungría en México, quien presidió el evento.
