Decameron Complex… Los de 50 en los 15
El programa ‘La Edad de Oro’ que organiza los hoteles Decameron en su sucursal en Bucerías, Nayarit, celebró quince años de organizar actividades para personas de más de 50 años
Por: Luis Felipe Hernández Beltrán
Playa, desfile de trajes típicos, sesiones de yoga, catamarán con baile y música, noche de disco… Podría pensarse en un viaje de graduación universitaria o en una salida de cuatas y cuates en busca de pareja…
No, se trata de la ‘chaviza’ de las cinco décadas y hasta más 60, 70, 80 y hasta 90, dispuestos a divertirse, a hacer nuevos amigos, a pasarla chévere, alejados de las tradiciones hogareña con actividades ad-hoc a su edad.
El programa ‘La Edad de Oro’ qué organiza los hoteles Decameron para adultos de 50 años y más, en su 15 aniversario, recibió del 01 al 05 de septiembre de 2024 a casi 500 personas de diversos estados de México en su sucursal Complex, en Bucerías, Nayarit, para disfrutar de cuatro días en los que el sol, la arena y el mar cristalino de la Riviera Nayarit se fusionaron con la algarabía de los participantes.
“Vine con mi esposa a celebrar nuestros 40 años de casados. Decidimos no prender nuestro celular, queremos estar en paz, como cuando nos conocimos qué no habían estos adelantos tecnológicos y podíamos divertirnos sin preocuparnos quien nos escribió y quien no“, dijo don Arturo Vázquez, de la Ciudad de México, al mismo tiempo que pintaba una cerámica en forma de iguana.
“Bueno, solo lo prendemos (el teléfono celular) para tomarnos fotos“, interrumpe entre risas doña Ana, esposa de don Arturo, quien ponía color a un perico.
“¿Y con sus hijos, ya se reportaron?“, pregunta este reportero.
Y mientras don Arturo intenta responder, es callado por su cónyuge: “No saben que estamos acá, nos venimos de pinta“, contesta la señora, sin lamentar qué su carcajada provoca el haber dado un pincelazo erróneo a su obra de arte.
Y así, en el Decameron Complex se pasan rápido estos días, donde no todo es diversión, es la comodidad de las instalaciones, principalmente de las habitaciones; la frescura de las albercas y la delicia de los alimentos en los restaurantes, ¿y por qué no? unos buenos tragos en los bares para brindar por la vida, por el agradecimiento de haber llegado a 50 años o más, por el gusto de haber hecho nuevas amistades y hasta por el deseo de un inmediato regreso.