San Román y Pozo Hondo; De Poder a Poder

Ha sido una tarde llena de torerismo en tres distintas versiones. A las grandes ligas escalan los criadores Alatorre

Dos estrujantes faenas: En la primera se deja ver el toro; en la otra se imponen a la bravura y viento, valor, serenidad y arrojo, ganándose Diego San Román la salida a hombros. José Mauricio corta una Oreja. Y el español Emilio de Justo aflora en empaque al confirmar alternativa con salidas al tercio, tras aviso. Reconocimiento al ganadero al aportar la materia prima en seis trasteos emotivos.

Nunca como ahora se ha apreciado en la Plaza México la pelea en varas: certeros puyazos ante la pujanza riñonuda; lo demás sería obra de los matadores. Y Diego alzó la mano. Bregó suave de inicio y, a base de Doblones iba encontrando el camino para meter en la zarga al que hizo tercero que asomaba el mejor lado, izquierdo.

Sin embargo el hijo de Oscar no escapó de ser empalado y más tarde soportara un fiero derrote hasta que “Habano” lo echó pa’rriba. Fue entonces como el diestro cambió la tónica. Citando de espalda ha cuajado, ganado la intensión al burel, Dosantinas de 360 templados grados. Suficiente para despeñar de estoconazo y cobrar la primera Oreja.

La segunda prueba vendría ante el cierraplaza. Mandiles tersos sumados a Chicuelinas de inicio. Ajustado quite por Gaoneras para pasar del movimiento a la estoicidad. Cuatro Estatuarios sin que el vendaval lo quitara. Sucesión de tandas por Derecha y al pasar de mano a otra la muleta ha trazado el toreo tan Natural en pases semicirculares.

Repite la dósis y el público entra en locura ante los gritos de “ganadero-ganadero” elogiando cada brava embestida en la que el Poder de San Román se ha impuesto con el toque maestro para eludir a milímetros cada espión viaje. Algunos pedían el indulto. Lo cierto es que la decisión del propio torero le hizo asestar otro desplomante estoconazo. Oreja y vuelta con los ganaderos.

Destellante remates con el capote ofrecía José Mauricio frente al segundo; no así con la muleta. La soltura la vino a encontrar a media faena, al momento en que ajustó sus Derechazos provocando que el público se pusiera de pie en cada intermedio. Y si a ello agrega cuatro más de vuelta entera, pues no lo detiene ni el molesto viento.

Así la descarga con el estoque en buen sitio le puso Oreja en mano. El trapío del Cuarto lo puso en desafío quitando por Gaoneras. La faena fue construída a dos manos y siempre pisando el terreno. Una pena que el pinchazo Hondo no se le reconociera al tumbar la res. Merecía más que el saludo desde el tercio.

A diferencia de sus hermanos el abreplaza fue suave, noble y claro, recreándose De Justo con la capa y calando fuerte con su toreo de muleta: Trincherillas, Firmas y Desdenes, previas al pitón de lujo, el izquierdo en una faena que creciendo a raudales al corearla a potente pecho, con o sin ayudado. Entera al segundo viaje con bocinazo. Salida al tercio y aplauso en el arrastre.

La impresión al confirmar cambió panorama al salir el quinto. Duro. Toreo eléctrico y la constante de reponer terreno tras cada suerte. Ante ello el toro fue yéndose pa’rriba y como tardara en doblar la entera, otra salida al tercio. Lástima tuvo en suerte el toro de la corrida, todo un sueño para mejor presentación.

La fiesta ha sido de Diego San Román al salir a hombros por entusiastas jóvenes, mientras el lado amable se puso del lado ganadero.

Plaza México, sexto festejo de reapertura.- Coro de más de diez mil aficionados han disfrutado las seis faenas.

Clima.- Viento a lo largo de la asoleada tarde.

Ganadería.- Pozo Hondo: Bravos peleando ante caballería y asomando poder en el ruedo. Pesos: 535, 512, 511, 529, 525 y 537 de romana.

José Mauricio.- Oreja y Al tercio.

Emilio de Justo.- Al Tercio, tras aviso y Al tercio, tras aviso.

Y Diego San Román.- Oreja y Oreja.

Incidencias.- Reconocimiento especial a todos los varilargueros de recibo.

El toro de la confirmación de alternativa para el diestro hispano fue herrado a fuego con el número 2 y con 535 kilos de peso: “Tinterillo”.

Juez de plaza.- Gilberto Ruíz Torres: Justa concesión.